La experta en cyberbullying y catedrática de Evaluación Psicológica, Maite Garaigordobil, fue entrevistada por el departamento de comunicación de UNEATLANTICO
Durante la entrevista y visita a la Universidad Europea del Atlántico, la
experta en cyberbullying explicó que los colegios no están trabajando lo
suficiente para evitar este tipo de violencia entre iguales. “El miedo de los
centros a proyectar una imagen negativa hace que se cierren las puertas a
programas diseñados para prevenir estas conductas e intervenir cuando
aparecen”.
Desde su punto de vista, la observación y la pregunta directa a niños y adolescentes son
herramientas infalibles para
detectar casos de acoso escolar, sin
embargo, se tiene que trabajar con los docentes y jóvenes para que conozcan los
instrumentos de evaluación e
intervención. En el bullying se habla de intimidación “cara a cara”, de
acciones que se mantienen en el tiempo, algo que tiene una intencionalidad de
hacer daño a la víctima y que se caracteriza por la desigualdad de poder, ya sea física,
psíquica o mental, entre la persona
maltratada y su agresor.
Bajo ese mismo contexto, la catedrática indicó que, en estos
casos hay una víctima acosada por uno o varios agresores que utilizan la violencia física y verbal contra ella. “Les tiran, esconden o estropean sus objetos,
los excluyen socialmente, y no los dejan participar, haciendo que la víctima no
solo sufra en ese momento, sino que mantenga una angustia latente ante posibles
ataques futuros, explicó la catedrática del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos.
En mi opinión, que interesante entrevista la que le
realizaron a Maite Garaigordobil, porque ayuda mucho a que los jóvenes
estudiantes de la Universidad Europea del
Atlántico conozcan, desde el punto de vista de una profesional, los problemas que se dan en las escuelas en referencia
al bullying o acoso escolar. Además, esto puede servir a los futuros profesionales del área de Psicología y de Educación en las
labores que tendrán que realizar para que se eviten y prevengan este tipo de
situaciones tan terribles.
Por otra parte, Garaigordobil
sostiene que en el acoso cibernético o ciberacoso los agresores envían mensajes
intimidatorios a las víctimas, truncan
sus fotos y las comparten en las redes sociales, roban sus contraseñas,
difaman, extendiendo rumores sobre la víctima, practicando lo que se conoce
como ‘happy slappy’, que es filmar la agresión que le ocasionan para luego
compartirlas por diferentes medios.
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