La importancia de la práctica deportiva durante el embarazo y la correcta formación de los profesionales para un mejor asesoramiento a las futuras madres
A menudo, el tema de la práctica deportiva durante el embarazo comporta opiniones encontradas. Sin embargo, con este artículo pretendemos arrojar algo de luz sobre el tema y ensalzar las ventajas de hacer deporte en esta maravillosa etapa para la mujer. En este sentido, nos pareció interesante una conferencia sobre embarazo y actividad física que impartió la profesora del grado oficial de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Europea del Atlántico, Mireia Peláez, en la Universidad Francisco de Vitoria, en Madrid. Aunque la ponencia fue abierta para los alumnos de todas las titulaciones, el objetivo principal era acercar este tema a los profesionales del deporte.
La doctora Mireia Peláez abordó durante su intervención los beneficios que tiene para las mujeres embarazadas y para sus bebés la práctica de ejercicio físico seguro, y explicó algunas de las prácticas concretas que deben recomendar los profesionales del deporte a estas mujeres para que la actividad sume beneficios sin generar peligros.
De este modo, vamos a hacer un esbozo de los beneficios que comporta la práctica de ejercicio físico durante el embarazo:
- Mejora la condición cardiovascular y muscular, favorece la corrección postural y evita un aumento excesivo de peso, lo que proporcionará a la embarazada una mejor condición física general y le permitirá enfrentarse al trabajo del embarazo y parto con menos riesgos.
- Disminuye las molestias digestivas y el estreñimiento, aumenta el bienestar psicológico reduciendo la ansiedad, la depresión y el insomnio y crea hábitos de vida saludables.
- Mejora la tensión arterial y protege frente a la diabetes gestacional, pudiendo ser empleado como tratamiento alternativo que permitiría disminuir o incluso suprimir el uso de insulina.
- Acorta el tiempo de hospitalización postparto y reduce el número de cesáreas.
- El nivel de adaptación al ejercicio físico previo al embarazo será un factor determinante en la tolerancia y posibilidades de realizar actividad física: a mayor adaptación aeróbica, mayor eficiencia cardiorrespiratoria y energética, mejor vascularización de los tejidos y mayor capacidad de eliminar calor.
En palabras de Miriam Peláez, profesora de UNEATLANTICO, cuando una mujer visita a su ginecólogo, a menudo le dirá que tiene que hacer ejercicio físico durante el embarazo. El problema con el que se encuentran es que en muchas ocasiones los propios profesionales del deporte no saben prescribir unos ejercicios aptos para ellas. Es por ello que la profesora explicaba en la conferencia que considera fundamental que los alumnos de los grados de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte reciban una formación específica en este tema y sean capaces de trasladar a las mujeres embarazadas los beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales que la actividad física tiene para ellas.
Son muchos los estudios que demuestran que la práctica deportiva controlada con asesoramiento profesional durante el embarazo previene la depresión, ayuda a conciliar mejor el sueño y evita la ganancia excesiva de peso, algo que se puede convertir en un problema ya que el entorno fetal es extremadamente importante para prevenir factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de enfermedades crónicas del bebé en su vida futura.
Muchas mujeres que no practican ejercicio en su día a día acaban desarrollando diabetes gestacional, hipertensión u obesidad durante el embarazo, algo que se asocia a problemas en el ambiente fetal donde el bebé es excesivamente grande o demasiado pequeño. En su conferencia en la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid, la profesora de la Universidad Europea del Atlántico concluyó que para favorecer que el feto crezca en un ambiente saludable, las mujeres necesitan practicar ejercicio físico y seguir una dieta sana.
Así pues, embarazadas... ¡a ejercitarse!
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